Dijo que ya no quería seguir. Que se sentía muy mal haciéndole esto a su adorada novia... "Pues cómo has sufrido", pensé para mí. Sí, cómo ha sufrido cogiéndome cada tercer día, cómo ha sufrido con su pene en mi boca, con su pene en mi vagina y su lengua en mi clítoris.
Pobre, cuánto sufrimiento.
Justo ahora que me he enamorado. Que el deseo se ha vuelto irrefrenable, que mi fiebre se ha tornado incontrolable. Justo ahora que pensaba que la diferencia de edad en verdad no importaba.
Ha sido el año más vibrante de mi vida en todos los aspectos. Quiero estar con él ahora más que nunca, y es cuando me sale con que ya no.
Seguramente le ha dado miedo tanta pasión.
Mientras sólo fue sexo y diversión sin compromiso le gustó.
Pero ahora, ahora que le he dicho que lo amo, que ya no puedo estar sin él, que le llamo y lo busco, ahora es cuando ya no quiere seguir.
Sí, lo sé. Yo misma le ofrecí sólo sexo y diversión sin compromiso. Pero me enamoré. Lo eché a perder.
jueves, marzo 20, 2008
domingo, marzo 09, 2008
Otra vez la novia
Sí, otra vez la novia. Se ha vuelto un fantasma que viene a arrebatármelo. Me asusta la intensidad con la que lo deseo. No es normal en mí. Es una pasión desenfrenada que me arrebata y me hace olvidarme hasta de quien soy.
Cuando estoy con él sólo puedo ser una: la amante perfecta. La que goza con cada beso, cada caricia, incluso cada mirada. Sólo esa soy. Dejo de ser la señora de la casa, la dama ecuánime, para ser sólo pasión y sexo.
Me asusta tanta pasión, tanta fiebre.
Nunca había sentido esto. Que tan sólo con mirarlo me estremeciera, y me humedeciera. Es como si nuestros cuerpos estuvieran hechos el uno para el otro.
Ahora creo en eso que llaman "química". Mi joven y bien dotado amante, que con "su párvula boca, que siendo tan niña, me enseñó a pecar".
Lástima. La novia está reclamando lo suyo, y yo no sé qué hacer.
Cuando estoy con él sólo puedo ser una: la amante perfecta. La que goza con cada beso, cada caricia, incluso cada mirada. Sólo esa soy. Dejo de ser la señora de la casa, la dama ecuánime, para ser sólo pasión y sexo.
Me asusta tanta pasión, tanta fiebre.
Nunca había sentido esto. Que tan sólo con mirarlo me estremeciera, y me humedeciera. Es como si nuestros cuerpos estuvieran hechos el uno para el otro.
Ahora creo en eso que llaman "química". Mi joven y bien dotado amante, que con "su párvula boca, que siendo tan niña, me enseñó a pecar".
Lástima. La novia está reclamando lo suyo, y yo no sé qué hacer.
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