jueves, marzo 20, 2008

Enamorarse, el error

Dijo que ya no quería seguir. Que se sentía muy mal haciéndole esto a su adorada novia... "Pues cómo has sufrido", pensé para mí. Sí, cómo ha sufrido cogiéndome cada tercer día, cómo ha sufrido con su pene en mi boca, con su pene en mi vagina y su lengua en mi clítoris.
Pobre, cuánto sufrimiento.
Justo ahora que me he enamorado. Que el deseo se ha vuelto irrefrenable, que mi fiebre se ha tornado incontrolable. Justo ahora que pensaba que la diferencia de edad en verdad no importaba.
Ha sido el año más vibrante de mi vida en todos los aspectos. Quiero estar con él ahora más que nunca, y es cuando me sale con que ya no.
Seguramente le ha dado miedo tanta pasión.
Mientras sólo fue sexo y diversión sin compromiso le gustó.
Pero ahora, ahora que le he dicho que lo amo, que ya no puedo estar sin él, que le llamo y lo busco, ahora es cuando ya no quiere seguir.
Sí, lo sé. Yo misma le ofrecí sólo sexo y diversión sin compromiso. Pero me enamoré. Lo eché a perder.